Un bebé de siete meses sobrevivió tras ser arrastrado a unos 60 metros
de su casa cuando los fuertes vientos de la tormenta tropical Hermine
desprendieron el techo de su vivienda en la ciudad mexicana de
Matamoros, fronteriza con Brownsville, Texas, Estados Unidos.
La noche del pasado 6 de septiembre
los fuertes vientos de Hermine arrancaron el techo de lámina junto con los barrotes y la hamaca donde dormía el bebé.
Telesur en su edición digital destacó que Marisa Santos, madre del
infante, dijo que "cuando empezó el ventarrón se voló el techo de la
casa y el niño salió volando junto con el techo. Sentí una gran
angustia y desesperación".
La madre dijo que inmediatamente
salió a la calle para pedir ayuda y buscar al bebé, quien fue hallado una hora después en una casa ubicada al menos a 60 metros de su vivienda.
Por su parte, la agencia de noticias Ansa divulgó que la lluvia
ocasionada por la tormenta tropical Hermine, que irrumpió el pasado
martes en las costas de México, provocó un alud de tierra que dejó tres
muertos y 658.503 damnificados.
Informes de autoridades locales señalaron que
estas personas tienen sus viviendas dañadas o destruidas
en los estados de Oaxaca, Veracruz, Nayarit, Guerrero, Tabasco y
Chiapas, así como en las costas del Golfo de México y del Pacífico.
El Sistema Nacional de Protección Civil emitió alertas para nueve estados del país, debido a los remanentes de Hermine.
La localidad de Tlacotalpan, Veracruz,
declarada patrimonio cultural de la humanidad, quedó totalmente aislada
por tierra y 12.600 personas, 90% de la población, debieron ser
evacuadas.
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