El Financiero en línea
Buenos Aires, 27 de octubre.- La sorpresiva muerte del ex presidente
Néstor Kirchner consternó el miércoles a la mayoría de argentinos, en
un día en el que vivían un feriado convocado para la aplicación de un
censo de población.
Kirchner, con fuerte influencia en la gestión de su esposa y sucesora
Cristina Fernández, murió a los 60 años en la sureña cuidad de El
Calafate como consecuencia de una afección cardíaca.
"Estoy muy conmovido por la muerte de mi amigo y compañero de lucha.
Debemos todos acompañar a Cristina en este difícil momento", dijo
Daniel Scioli, gobernador de la provincia más poblada del país, Buenos
Aires, y quien fuera vicepresidente durante la gestión de Kirchner.
En las desiertas calles del centro de la ciudad de Buenos Aires sólo se
veían algunos seguidores del ex mandatario que se encaminaban a la Casa
de Gobierno para ofrendar flores y colgar pequeños carteles escritos a
mano en las rejas del centenario palacio gubernamental.
Cuando los medios de prensa centralizaban la atención en el censo, a
media mañana el rumbo cambió rotundamente y muchos argentinos se
mostraron incrédulos frente a la noticia.
El velatorio de Kirchner se llevará a cabo a partir del jueves en Casa de Gobierno, dijeron funcionarios.
"Fue un luchador en su vida, desde joven. Trató de cumplir sus ideales
hasta lo último. Mal o bien, fue un presidente que cuando estuvo en el
poder, el país anduvo bien. A veces algo obcecado, este es un golpe
para cualquier argentino", dijo Oscar Pérez, un pequeño empresario de
66 años declarado peronista.
Kirchner asumió la presidencia argentina en el 2003, con baja
popularidad y escaso poder político tras desempeñarse como gobernador
en la patagónica provincia de Santa Cruz. En el 2007 cedió la
candidatura del partido peronista a su esposa, quien ganó las
elecciones con casi el 50 por ciento de los votos.
Fernández deberá entregar el poder a su sucesor en diciembre del 2011.
Con la falta de su esposo, ahora se abre una enorme intriga política
sobre quiénes influirán directamente en su Gobierno.
"Se fue alguien indispensable. Nuestro país lo necesitaba tanto a este
hombre (...). No sé qué hacer con Cristina, que ahora se queda al mando
de un país, pero tan sola", expresó Estela de Carlotto, presidenta de
la agrupación de derechos humanos Asociación Abuelas de Plaza de Mayo.
Algunos analistas internacionales comenzaron a especular de inmediato
que la actual mandataria podría adelantar las elecciones
presidenciales, previstas para octubre del 2011.
"Existe una posibilidad de que Cristina Fernández de Kirchner opte por
adelantar la fecha de las elecciones porque la potencial erosión de su
base de poder podría dificultar mucho la gobernabilidad", dijo un
informe de RBC en Nueva York.
Kirchner era considerado por analistas locales y externos como el
político más poderoso del país y muchos aseguraban que estaba detrás de
cada una de las decisiones de su esposa.
"Con una muerte así, lo que va a pasar es que Kirchner va a quedar como
un héroe y nosotros sabemos que no lo fue. Hay que ver cómo se
reacomoda la política en momentos en que el peronismo está dividido",
dijo un taxista de 60 años.
La economía argentina se recuperó rápidamente durante el mandato de
Kirchner, entre el 2003 y el 2007, apoyada en un buen contexto
internacional que le permitió crecer a tasas de hasta el 9,2 por ciento
en el 2005. (Con información de Reuters/MVC)
miércoles, 27 de octubre de 2010
Consternación en Argentina por muerte de Kirchner
14:30
Tribuna de Chihuahua
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