En el cuarto de Maciel se juntaron Álvaro Corcuera, actual director
general de los Legionarios; Luis Garza Medina, vicario general;
Evaristo Sada, secretario general; Marcelino de Andrés, a quien el
fundador de la orden dejó el encargo de entregar el fideicomiso a sus
hijos; Alfonso Corona, uno de los superiores; John Devlin, secretario
personal del fundador, y las dos Norma.
Y en los aposentos de Marcial Maciel... un exorcista para asegurarse
de que el alma del padre no estaba tomada por algún espíritu demoniaco.
De esta manera narra El Mundo los últimos momentos de Marcial Maciel,
quien falleció hace dos años, para ser precisos el 30 de enero de 2008,
sin haber pedido perdón por las prácticas pedófilas que llevaba a cabo
el fundador de Los Legionarios de Cristo.
Marcial Maciel tenía al menos cinco identidades.
Hasta el momento se conocen las de Raúl Rivas y Jaime Albero González
Ramírez; padre de hijos en México, España, Inglaterra e incluso Suiza.
De esta manera se explica que muriera en Houston, Washington, Cotija y Jacksonville, todas a la vez.
Además, tampoco se esclarecieron los motivos de su muerte. Algunos
legionarios aseguraban que padecía cáncer de hígado, otros decían que
en 2003 había sufrido una operación a corazón abierto y unos cuantos
aseguraban que padecía de demencia senil.
La versión verdadera era que el fundador Maciel había muerto en Estados
Unidos y sus restos fueron llevados a Cotija, en México.
"Con la paz que siempre llenó su alma, partió hacia su destino eterno
el día 30 de enero en Estados Unidos", anunció aquel día Álvaro
Corchera, director general de Los Legionarios .
"Una pequeña casa con unos 10 u 11 legionarios, organizada ex profeso
para el descanso de su fundador un año antes de que éste mueriera. El
30 de enero de 2008, la población de la casa se vio repentinamente
incrementada en, al menos, ocho personas.", fue en ésta, donde todos
reunidos, pidieron los servicios de un exorcista.
Maciel, durante su vida de "oración y penitencia", no acudía a misa,
describen algunos legionarios que pareciese como si hubiera perdido la
fe.
No sólo eso, sino que incluso sentía "repulsa por la religión".
El diágnosito que resultó de estas acciones: posesión demoniaca.
El propio Luis Garza, ahora número dos de la Legión, lidiaba constantemente con la rebeldía del fundador.
Según fuentes de la Legión, Maciel enfermó gravemente seis meses
antes de morir, por lo que fue trasladado desde Jacksonville a un
hospital de Miami.
Al segundo día en este nosocomio se presentaron sin aviso alguno las
Normas en su habitación donde lo cuidaron, publica El Mundo en este
reportaje.
- Padre, tiene que venir con nosotros- le dijeron éstos cuando le dieron el alta.
Los sacerdotes vieron a Maciel señalar a ambas mujeres y decir:
"Quiero quedarme con ellas".
Los legionarios hablaron de inmediato a Roma con Luis Garza, quien lo
consulto con Álvaro Corchera y no tardo en conseguir un vuelo directo a
Miami,
A su llegada, narra la publicación, le dijo a Maciel:
"Le doy dos horas para venirse con nosotros o llamo a todos los medios
para que todo el mundo se entere de quién es usted de verdad". Maciel
no lo pensó más.
El Mundo intentó obtener la entrevista con uno de los fundadores de
los Legionarios, Alfredo Torres, para confirmar la presencia del
exorcista, además de conocer lo que había sucedido con exactitud aquel
día, el momento en el que Marcial Maciel había fallecido. Sin embargo,
éste se negó a contestar.
En su artículo puede poner: "He intentado que el padre Torres se pronunciase, pero él no ha querido".
EL UNIVERSAL
viernes, 5 de marzo de 2010
Exorcista atestigua muerte de Maciel


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