
Previamente
se había reportado que un total de siete nuevos sismos se habían
registrado ayer hasta las 15:00 hora local en la zona centro-sur de
Chile, todos ellos entre 4.8 y 6.0 grados en la escala Richter.
El
primero de ellos, según el Servicio Sismológico de Estados Unidos, se
produjo a las 01:35 hora local y registró 5.1 grados Richter con un
epicentro en la región del Bío Bío, 530 kilómetros al sur de Santiago.
A
las 04:09 hora local, un nuevo movimiento de 4.9 grados Richter sacudió
a la región del Maule, distante 250 kilómetros al sur de esta capital,
donde se registró un nuevo sismo de igual magnitud a las 09:50 horas
locales. La región del Bío Bío, cuya capital es Concepción, volvió a
mecerse a las 11:21 hora local con un temblor de 4.8 grados Richter.
Una
hora y cuatro minutos después de registró un nuevo sismo de 4.9 grados
Richter en la región del Libertador Bernardo O’Higgins, distante 90
kilómetros al sur de Santiago.
A
las 14:44:28 hora local, los sismógrafos anotaron un movimiento de 5.9
grados Richter, en tanto que seis segundos después de registró un sismo
de 6.0 grados en la región del Maule, el que primero había sido
informado como de 6.3 grados.
La
Armada admitió que falló en no comunicar claramente el peligro de
tsunamis tras el sismo de magnitud 8.8 que sacudió Chile en la
madrugada del sábado, borrando pueblos costeros del mapa.
En
la ciudad de Concepción, una de las más devastadas por el terremoto,
cientos de personas corrieron a la desbandada el miércoles por la tarde
cuando la tierra volvió a rugir con al menos cuatro réplicas de
magnitud superior a 5.
Son ya 802 los muertos
El
gobierno confirmó hasta ahora 802 muertos, pero la cifra podría
dispararse cuando se corrobore el paradero de cientos de desaparecidos.
“Tengo la impresión de que va a haber más muertos”, dijo Bachelet con la voz entrecortada en una entrevista radial.
La
Armada dio un paso al frente y reconoció que no avisó a tiempo sobre
los devastadores tsunamis, cuyas olas de hasta 15 metros barrieron la
costa del centro y sur del país.“Hubo titubeo por parte nuestra”, dijo
el comandante en jefe de la Armada, almirante Edmundo González, a un
canal decanal de televisión local.
Según
un documento obtenido por el diario El Mercurio, la Armada creyó que el
epicentro era en tierra y por lo tanto no había riesgos de tsunami.
Luego,
al constatarse que era en realidad un maremoto, la Armada dio un alerta
que, sin embargo, levantó apresuradamente cuando aún olas gigantes se
dirigían hacia la costa. El mea culpa de la Armada no sirvió de
consuelo para las víctimas que vieron cómo el mar se tragaba sus casas
y hasta sus familiares. “La población murió por falta de información”,
dijo Valder Vera, poblador de la aldea de pescadores de Dichato.
Bachelet,
quien finaliza su mandato la próxima semana, dijo que no era hora de
una caza de brujas, sino de que los chilenos se unan para sacar al país
adelante.
El
ministro del Interior de Chile, Edmundo Pérez Yoma, culpó ayer a las
Fuerzas Armadas de la descoordinación en la ayuda que el gobierno envió
a las zonas más afectadas por el terremoto.
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