- Existe un riesgo teórico de que el viento arrastre radiactividad hasta Moscú

Por fin, después de una tormenta a primera hora de ayer, el viento
permitió respirar a los habitantes de la capital rusa y despegar a la
flota de aviones contraincendios, que permanecía en tierra desde hacía
una semana en las pistas de la región de Moscú debido a la espesa nube
de humo. Sin embargo, el alivio es momentáneo según la previsión
meteorológica, que anuncia el retorno del humo de los incendios a Moscú
para el fin de semana. Un área boscosa de 3.900 hectáreas contaminada
por radiactividad a causa del desastre de Chernobil, en 1986, se ha
visto muy afectada por los incendios, la mayoría de ellos ya por fin
extinguidos, según Vasili Tuzov, vicedirector de la Agencia Estatal
para la Protección de los Bosques. Las consecuencias de estos fuegos,
que han golpeado sobre todo a la región de Briansk - al oeste de Moscú
y fronteriza con Ucrania-,no se pueden predecir todavía. La sección
rusa de Greenpeace señaló que se registraron tres fuegos en bosques muy
contaminados de esta región, que fue la que sufrió en Rusia el mayor
impacto de la tragedia nuclear ucraniana. En Moscú, mientras tanto, los
niveles de radiación son normales, explicó a la agencia Reuters la
responsable de un observatorio especializado, Yelena Popova. ...
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